"Más sobre Astrólogos, brujos, magos... matemáticos"

El Dr. Aroca Hernández-Ros  al inicio de su intervención, junto a la Dra. León Guerrero

El Dr. José Manuel Aroca Hernández-Ros nos habló de la metafísica de los números, de algunos ejemplos históricos en los que la numerología era utilizada para intentar explicar la forma de ser de los individuos, las relaciones que pretenden explicar el presente y predecir el futuro de las cosas y en última instancia, intentar explicar la Creación y los designios de Dios, territorio de la Astrología, de la brujería y de la magia.


Comienza la conferencia con los estudios del padre de las relaciones numéricas, el filósofo Pitágoras. Sin embargo, las consecuencias de la metafísica de los números, como es la de entender las vibraciones espirituales y mágicas del yo, no existe constancia histórica de que fueran desarrolladas por el gran filósofo de Samos, si no más bien parece ser un producto de la imaginación de los numerólogos posteriores. Estos tomaron algunos de los desarrollos en el análisis de los números realizados por los pitagóricos, como es la reducción de cada número a un dígito entre 1 y 9, para crear esa metafísica de los números en la que estos determinan los hechos del mundo. Por ejemplo, el carácter del individuo viene determinado por dos números, el de la fecha del nacimiento y el de su nombre y apellido. En los ejemplos que el profesor Aroca ha buscado no hay precisamente coincidencia entre las personas conocidas y el resultado que no ofrece la teoría.


Y es que resulta que los pitagóricos, considerados los más grandes filósofos por Heródoto, no escribieron nada acerca de sus teorías. Incluso su más célebre teorema aparece reflejado en una placa mesopotámica mil años anterior, la denominada “tarjeta de Sippar”.

Existe una equiparación de determinadas relaciones geométricas con relaciones numéricas, como ocurre con el denominado teorema de Pitágoras, el Pentagrama y el “tetrakys” o representación gráfica del número 10, considerado imagen de perfección. Los numerólogos les adjudican un carácter mágico, asignándoles diferentes cualidades.

Es otro de los grandes filósofos griegos, Aristóteles, y sus seguidores, los que conectan los números con la geometría, estableciendo números triangulares, cuadrados, poligonales, confiriendo a estas propiedades aritméticas (es precisamente aquí cuando surge la expresión del teorema de Pitágoras que todos conocemos).


Existen planteamientos de problemas elaborados por los antiguos griegos que permanecen irresolubles hoy, como ocurre con los “números perfectos”, aquellos que son iguales a la suma de sus divisores propios. El número 7 en el primero, y ha sido señalado en muchas teorías metafísicas. El concepto fue en algunos casos utilizado en estudios religiosos, como la de Alcuino de York, para elaborar la teoría de la imperfección de la segunda creación a partir del número 8. Posteriormente, el profesor Aroca se extiende en algunos ejemplos de otra importante fuente de la numerología, la Cábala judía. En ella se busca un mensaje oculto de Dios a Moisés, oculto entre los cinco libros sagrados de la tradición judía. En su práctica se utiliza la lingüística como base de la creación del mundo, y a cada letra del alfabeto se le asigna un número. Se producen dos caminos de descubrimiento, el “Notaricón”, que enlaza frases a partir de las letras iniciales o finales, y la “Temurá”, que crea diferentes combinaciones de las mismas letras y les otorga nuevos sentidos y que da a los números diferentes propiedades mágica (como en el caso del 666).


La práctica de la numerología es considerada mágica y cosa de brujos. En este momento, el profesor Aroca no aporta información sobre tres mentalidades protocientíficas de la Edad Media que también fueron considerados brujos. El primero de ellos es Gerberto D’Aurillac (945-1003), que llegó a ser Papa, inventó lo que puede ser considerado el primer ábaco y legendarias cabezas parlantes. El segundo es Roger Bacon (1214-1294), que enseñó en Oxford y en Paris a Aristóteles, que se hizo franciscano y fue acusado de enseñanzas herejes, porque defendía la importancia de la experimentación como case de la ciencia, la importancia de las matemáticas y realizó estudios y descubrimientos científicos. El tercer personaje es Raimundo Lulio (1232-1316), que escribió en latín y en catalán, fue un gran viajero, considerado un cabalista práctico sin adentrarse nunca en su metafísica. Realizó estudios geométricos y matemáticos, como la cuadratura del círculo de una forma aproximada. Su obra más importante es la “Ars Magna”, un mecanismo lógico físico que permitía escribir todas las proposiciones. Se trataba de un mecanismo combinatorio que puede considerarse el anticipo de la computación. Fue santificado y es el patrón de los informáticos, cuyo día se celebra el 27 de diciembre.


Por último, el Doctor Aroca nos habla de un “brujo” renacentista, Cornelius Agrippa de Nettesheim (1486-1535). Fue astrólogo, astrónomo, cabalista, médico, teólogo, abogado, alquimista, soldado de fortuna y precursor del feminismo con un tratado sobre la superioridad de las mujeres. Su obra La filosofía oculta dedica una parte a la magia natural, con divertidas fórmulas de brujería, y otra parte a la magia celestial con cuestiones de astronomía referidas a las propiedades de los números, utilizando métodos cabalísticos y pitagóricos. Un camino por el que llega a la magia desde las matemáticas.