El pasado día 12 de noviembre, la Dra. Carmen Manso Porto dictó una conferencia en el Centro de Estudios de América-Casa Colón de Valladolid con el título: “Los fondos cartográficos del viaje Magallanes Elcano conservados en la Real Academia de la Historia”. La Dra. Manso Porto inicio su intervención explicando el viaje Magallanes-Elcano desde la invernada de la expedición en el Puerto de San Julián. en la actual Patagonia argentina. La noche del 1 de abril de 1520, los capitanes de otras dos naves, Quesada y Mendoza, liberaron a Juan de Cartagena con la intención de hacer un frente común que obligara a Magallanes a cumplir sus requerimientos. El levantamiento fue repelido y el marino portugués ordenó inmediatamente la pena capital para los implicados. La invernada, con un breve intento de avance en el cual se perdió la nave Santiago, aunque no sus tripulantes, que hubieron de repartirse en las otras cuatro naves, se prolongó unos siete meses, varados en lo que denominaron Puerto de Santa Cruz. Cuando por fin, tras zarpar de nuevo, descubrieron en el laberinto de canales y bahías que se abrían hacia el oeste que el agua seguía siendo salada, Esteban Gómez aprovechará un momento en que las naves se separan para derrocar al capitán de la San Antonio, Álvaro de Mesquita (primo de Magallanes), dar media vuelta y volver a España.

Consciente de que la San Antonio había desertado, el portugués no tenía muchas más opciones: solo podía huir hacia delante, llegar hasta las Molucas y culminar la misión encomendada por el rey.  A finales de noviembre se atravesó por vez primera el paso que hoy conocemos como Estrecho de Magallanes. Durante tres meses de desesperación navegaron rumbo noroeste, en busca del ecuador y las Molucas, y para cuando las tres naos restantes alcanzaron las islas de San Lázaro, hoy Filipinas, era evidente que las Molucas, en la línea del ecuador, habían quedado bastante más al sur. Muerto Magallanes el 27 de abril de 1521, la expedición consiguió llegar a las Molucas, y fue Juan Sebastián Elcano quien finalmente guiaría  la maltrecha expedición en su vuelta a España, cuando desembarcaron en Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522, completando la primera circunnavegación del planeta.